domingo, 1 de septiembre de 2013

Análisis de "Cielo muerto, sol negro" (Ultramarines 03)

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"Cielo muerto, sol negro" (Ultramarines 03)

Autor/es: McNeill, Graham
Editorial: Timunmas
Colección: Warhammer 40000
Fecha publicación: 13/06/2006
ISBN: 9788448043872
Páginas: 336
Cubierta: Rústica con solapas
Sinopsis:

Expulsado del capítulo, Uriel Ventris se adentra en las profundidades del temido Ojo del Terror para enfrentarse a los terribles enemigos que habitan esos mundos de pesadilla. Entre ellos destacan las legiones de marines espaciales del Caos, guerreros que se han aliado con los Dioses Siniestros y desean la destrucción de la humanidad.
En esta nueva entrega de Graham McNeill sobre los Ultramarines continúan las aventuras de un conocido personaje de Warhammer 40000, Uriel Ventris.


Comentario personal:

Escrito por Graham McNeill. Ya no sé si es que estoy obsesionado con la idea o no, pero otra vez pienso en los Ultramarines como una excusa simple para la historia de esta novela. A ver, a diferencia de lo que me pasó en la primera novela esta vez sí que hay una razón por la que los Ultras no es que salgan realmente como protagonistas en este libro. Es decir, Uriel y su amigo Pasanius son los protagonistas y ellos "digamos" que son Ultramarines (¿"digamos"?, sí, en la sinopsis lo pone claro, han sido expulsados del capítulo), y obviamente tienen en mente a su capítulo, su planeta, sus tradiciones, etc, pero el concepto "Ultramarines" como ente que amalgama esta saga se me hace borroso. Ojo, he leído sólo las tres primeras novelas, pero es que de tres sólo una, la segunda, me ha parecido "Ultramarine".




Puede que esté siendo demasiado "quejica" con el tema, pero no es algo gratuito de mi parte, me explico. Ya en el análisis de la primera novela, o quizás en la de la segunda, comenté que me había enterado de que en realidad a McNeill le habían ofrecido escribir una novela sobre Marines Espaciales (al princípio sólo iba a ser una, y fue la primera que escribiría en su vida, creo) a raíz de un relato que escribió. Tras tener esta sensación que señalo de que los Ultras no acabo de verlos como señores de esta saga, he podido leer la introducción que McNeill escribió para el ómnibus (que auna justo las tres novelas que llevo leídas de esta saga), él dice que eligió a los Ultramarines a drede porque en aquél momento mucha gente los "atacaba", y para él eran el ejemplo perfecto de los ME. Claro, yo, al leer eso entiendo aún menos que a mí me resulte tan complicado ver a los Ultramarines como razón para escribir una saga, viéndolos más como la excusa para escribirla. Quizás fuera más lógico si la saga se llamara de alguna manera más acorde con su protagonista, algo como "Alma de Ultramarine", por ejemplo, ya que al fin y al cabo Uriel es lo que es, si bien no puede decirse que sea un Ultramarine al uso por las decisiones que toma sí que al menos tiene siempre en mente a los suyos y lo que representan.

Dejando de lado, otra vez, esta opinión tan personal mía, la novela en sí es muy buena, algo que estoy seguro sucederá con todas las de la saga, así que mis objeciones "externas" (refiriéndome a la saga como grupo de novelas, y no a la historia) espero que no os hagan pensar que no merece la pena leerse esta saga, porque yo ya os aseguro que, al menos los primeros tres libros, son grandes lecturas.

"CIELO MUERTO, SOL NEGRO"

Sorprendente idea la de McNeill para plasmar en una historia. Nuestros protagonistas, Uriel Ventris y su compañero Pasanius, son expulsados de su capítulo por lo ocurrido en Tarsis Ultra (narrado en la novela anterior), pero no son expulsados sin más, no, recordemos que lograron su objetivo y, en cierto modo, siguen siendo unos héroes, así que Marneus Calgar, Señor de los Ultramarines, les ofrece una misión que pueda restaurar su honor.

Una misión suicida, eso sí, jeje. Ya no son Ultramarines, pero si logran llevar a cabo su cometido casi imposible podrán volver a serlo. El problema es que deben hacer algo que sin duda escapa a dos astartes y, muy posiblemente incluso a un capítulo entero de ellos. McNeill nos ha preparado unos escenarios espeluznantes y de difícil comprensión, lo que dota a la novela de unos tintes de locura, violencia y desenfreno enfrentados a la épica, el valor y el honor, que dan como resultado una mezcla más que interesante y que no deja mucho espacio para el aburrimiento mientras uno lee las páginas de esta novela.

Ya lo destripa la sinopsis, nuestros héroes deben adentrarse en el Ojo del Terror, posiblemente el peor lugar de toda la galaxia. Y, sin embargo, Uriel y Pasanius acabarán logrando aliados inesperados, la mayoría perfectos ejemplos de individuos y entes a los que un astartes jamás dejaría con vida. Casi como si fuerzas ajenas a ellos estuvieran interviniendo llegarán a su destino más rápido de lo esperado, y se encuentran con un planeta de un cielo blanco y un sol negro, donde viven criaturas horrorosas y acaba de estallar un enorme conflicto entre Marines Espaciales del Caos, y será justo en el centro del dicho conflicto donde se encontrará aquello por lo que han sido enviados, la razón de su misión.

Antes de poneros en spoiler unas cuantas cosas (destripo sólo el escenario central y el conflicto, es decir quién se enfrenta) debo decir que hay una novela ligada a la saga de los Ultramarines que recomiendo leer antes de ésta, pero que no es estrictamente necesario. Aún así en el spoiler hablo de la relación. La novela es "Tormenta de Hierro", que podéis ver analizada en este blog clicando aquí.

---SPOILER (color del texto claro)

El planeta es uno de los que están bajo el control de los Guerreros de Hierro en el Ojo del Terror. Hay un nuevo señor en Khalan-Ghol, una enorme fortaleza con refinerías, fábricas, etc. Es Honsou, que ha logrado un tesoro que ansían otros señores de los Guerreros de Hierro, los cuales serán los que pongan bajo asedio Khalan-Ghol.
Honsou ya fue presentado por McNeill en otra novela "Tormenta de Hierro", que, como ya he dicho, está ligada a esta otra novela ("Cielo muerto, sol negro"), y que recomiendo leer antes para saber por qué Honsou es como es y ha llegado a dónde está. Además, no es el único personaje de dicha novela que aparecerá en ésta.

FIN DEL SPOILER--- 

Hay personajes para todos los gustos en la novela. Junto a nuestros protagonistas veremos marines renegados, guardias imperiales llenos de valor, demonios, mutantes, monstruos, etc. ¿Buenos y malos?, en realidad en muchas ocasiones la frontera está más que desdibujada. Pero todos tienen suficiente trabajo detrás para no ser simples "comparsas", es decir, no hay secundarios desperdiciados, porque McNeill trata de dotarles de cierta identidad personal, bien por sentimientos, decisiones, pensamientos, etc, y todos tienen una razón de ser, todos aportan algo a la historia. A mí desde luego me han gustado mucho. Los escenarios también tienen un gran nivel, quizás son algo confusos, pues recordemos que el autor nos lleva al interior del Ojo del Terror, donde las leyes de la física no tienen mucha importancia, y además es una zona con tanta violencia, tanta maldad, con entes demoníacos, que pueden no ser individuos, sino cosas... etc, y la sangre, hay litros y litros de ella empapando cada página; por eso no es extraño que en algunos momentos pueda ser confuso visualizar los escenarios que se plantean, pero afortunadamente éstos suelen ser secundarios y pesar más la trama, y cuando no es así, al menos en mi caso, no ha sido difícil visualizar los que más importaban.

La trama es bastante buena, no hay cosas demasiado irreales (hablando siempre respecto al trasfondo de Warhammer 40000), puede que algunas sean algo forzadas, pero creo que el autor trata de jugar con la idea del destino y de las fuerzas ocultas que "mueven sus peones". Sin embargo, hay algo en lo que creo que McNeill falla, o quizás simplemente no es que falle sino que no es su intención hacer lo que yo pienso pero no estoy seguro. Hablo del "factor sorpresa", de las cosas que parecen querer sorprender al lector pero que, al menos a mí, no me han resultado sorprendentes porque muchas veces es algo demasiado fácil de intuir mucho antes de llegar a esa parte de la trama por las pistas tan evidentes en páginas anteriores. Cada vez que aparecía algo así yo simplemente pensaba "claro, es lógico", por lo que no me he sentido sobresaltado en ningún momento. Por fortuna sí que hay unos cuantos misterios que descubrir, y que McNeill se ha cuidado mucho de no dejar ninguna pista hasta que se desvelan. Parece un contrasentido, pero es que ambas cosas son fáciles de separar, de un lado, las "supuestas sorpresas" de las que se habían dejado pistas, y de otro los misterios de los que no se habían dejado ningún tipo de pista. Por eso digo que quizás simplemente McNeill no quisiera realmente jugar con las sorpresas, sino ir dejando al lector que vaya intuyendo por si mismo hasta llegar a descubrir que lo que imaginaba era cierto, y que sólo los misterios fueran cosas que debían aparecer justo al descubrirse. Así que no sé si realmente puedo hablar de fallo o no.

De todas formas, esta tercera novela sigue de cerca la estela de las anteriores: buena trama, buenos personajes,... Y McNeill parece muy interesado en variar los escenarios y las historias lo suficiente como para que la saga sea muy variada e interesante, así que sin duda habrá que seguir leyendo las aventuras de Uriel Ventris y los suyos.

¡Hasta la próxima!







(ficha obtenidas de la página web oficial de PlanetadeLibros.com)

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